EL SONAJERO

Te conozco años
Pero no te ubico.
Sé porque ladran
los perros, como
onomatopeya del guau, guau,
alegría demostrativa hacia sus dueños.

Ubico el rebuzno del asno,
bestia de carga pesada
cumplen con su labor diaria
Y en recompensa reciben su porción
de alfalfa, revitalizadora.

El caballo relincha, que es
un grito de fiesta y alegría
euforia cabal, cuando ven
de cerca a una yegua en celo
lista para la reproducción.

Te he visto recoger
el pan que sobra en las mesas,
sorber el concho del vino
de las jarras, ni te importaba
la calidad de ellos.

Vino dulce, vino joven
hasta el vinagre con que
sazonan las carnes.
No sentías diferencias entre
Ellos. Eres un gorrero
a costa ajena.

Ahora te veo de sonajero
con un par de chapas de metal,
bailando alrededor de tu jefe
adulándolo, cual “Piquichón” bien
pagado.

No me tardé mucho en ubicarte
fue fácil ver la sonaja en tus manos
como castañuelas sonaban,
la usabas como señuelo para arrastrarte
y recibir un gordo sueldo.

Te has recibido como sonajero con alta nota
que no te importa a quien jodas,
con tal de tener la billetera ancha
tiras mierda como cancha…